América y Chivas, a revivir la rivalidad de los 80

Hace tres décadas la entrega de los jugadores en el Clásico era llevada a otro nivel; se espera un duelo similar esta tarde.

La época de los 80 marcó un antes y un después en los Clásicos. Por esos años, en un América contra Chivas nunca sobraba la pasión, garra y emociones, lo que llevó a esta rivalidad a lo más alto.

Es por ello que las aficiones de ambos equipos anhelan que las plantillas de los protagonistas de este duelo se contagien un poco de la manera cómo se disputaba el balón en aquellos días, para que esta tarde en el Estadio Azteca se lleve a cabo un espectacular Clásico de Clásicos.

La Liga MX se ha lucido este Apertura 2015 para regalar goles a sus fanáticos, mismos que semana tras semana esperan envolverse en el mundo del balompié mexicano. Este sábado, Águilas y Chivas tienen un compromiso con los millones de espectadores, quienes esperan que este cotejo dé espectáculo y que los futbolistas suden hasta la última gota por conseguir la victoria en el partido del orgullo.

Si retrocedemos en el túnel del tiempo hace tres décadas, encontraremos un equipo azulcrema en su apogeo, pues consiguieron un Tricampeonato con una plantilla de lujo con figuras como: Héctor Miguel Zelada, Mario Trejo, Vinicio Bravo, Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Javier Aguirre y Daniel Brailovsky.

En aquellos años, el futbol regaló la memorable Final del Siglo, como la denominaron en 1984. Esa es la única serie por el título de los equipos más representativos del país en un torneo de Liga. En este mismo escenario que ahora se enfrentan, fueron capaces de disputar la Final en un 10 de julio de aquel año, en una tarde donde la fortuna se vistió de azul

crema y se adueñó del título que más le duele a los tapatíos.

Dentro y fuera del terreno de juego era una batalla de grandeza. En la semana previa al encuentro, había mucho hermetismo por la forma en que los jugadores retaban a los contrarios, lo que se podía ver en la cancha era de otra temperatura.

Este sábado serán once contra once, en un duelo en el que no hay nada más importante que vencer al acérrimo oponente. La petición es clara: ¡den espectáculo y goles!